Me puse a pensar en las cosas que pasan
sin previo aviso
Una llamada, una noticia inesperada, un
encuentro, el amor.
Llegan sin avisar y nos presentan una nueva
versión de nosotros mismos, transforman nuestro presente, ese que tardamos
tanto en construir.
Entonces caes en la cuenta de lo normal
que era tu vida, de lo común de las cosas antes de todo el desorden.
Y la única salida que nos queda es
engancharnos muy fuerte de cualquier esperanza, vaciar los bolsillos de todo
aquello que no sea indispensable y aprender a sobrellevarlo, atrapando las lágrimas
que decidan traicionarnos, cerrar los ojos con fuerza para no dejar escapar
cualquier rastro de emoción. Porque en cuanto sucede, el presente transformado
nos envuelve.
Pero después de tanto tratar de escapar
al final de todo, cuando la calma vuelve, cuando aprendes a sonreír de nuevo y
abres los ojos para que el mundo vea su brillo, agradeces que fuese lo que
fuese haya aparecido para sacarte de tu rutina, para sacudirte el mundo y
despertar emociones que no creíste tener, para mostrarte lo fuerte que puedes
llegar a ser.
Cicatrices
Cuando lo nombramos lo primero que nos
llega a la mente es un tejido desgarrado con textura diferente a nuestra piel.
Pero es más que eso, es nuestro
recordatorio de lo mucho que hemos
soportado, de las batallas ganadas, de las heridas superadas.
Vida puedes sorprenderme, que ahora estoy
lista.
1 comentario:
Mientras tewngas esperanza, nada podrá sorprenderte, solo espéralo, espera lo mejor que seguro vendrá.
Un beso Ginza
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